En Portugal, la Autoridad Regulatoria del Agua y las Aguas Residuales (ERSAR, por sus siglas en portugués) estableció una metodología en el proceso de evaluación de la calidad del servicio que incluye una secuencia de etapas para crear un sistema transparente, claro y racional. Los procedimientos incluyen un proceso en el cual los operadores primero proveen la información; después, un organismo regulador valida esa información y la audita para verificar la fiabilidad de los datos.

La Agencia de Regulación y Control del Agua de Ecuador (ARCA) define la normativa técnica para la evaluación y diagnóstico de la prestación de los servicios públicos de agua potable y/o saneamiento en las áreas urbanas y rurales en el territorio ecuatoriano, en la cual regula los parámetros e indicadores para dicha evaluación y diagnóstico.

A partir de la información reportada por los prestadores, la ARCA adelanta un ejercicio de benchmarking como insumo para estudios de prospectiva y planificación hídrica, en el área específica de prestación de los servicios públicos, con el fin de que las municipalidades encargadas de dicha prestación, a partir de la adecuada gestión empresarial, garanticen los principios de transparencia, eficiencia, sostenibilidad y mejoramiento de la calidad de los servicios.

Para dicho ejercicio, la ARCA estableció 31 indicadores clasificados en 7 categorías, a saber:

1. Acceso al Servicio.
2. Eficiencia en costos.
3. Equilibrio financiero.
4. Eficiencia comercial.
5. Cumplimiento.
6. Responsabilidad social.
7. Estado general de infraestructura.

Con base en la ponderación de los resultados de los indicadores y sus categorías, se establece el ÍNDICE DEL NIVEL DE EFICIENCIA DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO (INES), el cual corresponde a un valor porcentual entre 0% y 100%. Finalmente, los prestadores, a partir del resultado del benchmarking, son categorizados de la siguiente forma:

La Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico – CRA, ente regulador de Colombia, tiene la función de definir los criterios, metodologías, indicadores, parámetros y modelos de carácter obligatorio, para evaluar la gestión y resultados de las personas prestadoras de los servicios públicos domiciliarios de acueducto y/o alcantarillado, así como establecer la metodología para clasificarlas de acuerdo con el nivel de riesgo, características y condiciones, con el propósito de determinar cuáles de ellas requieren de una inspección y vigilancia especial o detallada por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos, entidad encargada de la inspección, vigilancia y control.

Con base en la información reportada por los prestadores, la CRA tiene definida una metodología tipo “benchmarking” para evaluar la gestión y determinar el nivel de riesgo en la prestación de cada uno de los operadores.
Para esta metodología, la CRA estableció una serie de indicadores clasificados en 8 dimensiones:

1. Calidad del Servicio.
2. Eficiencia en la planificación y ejecución de inversiones.
3. Eficiencia en la operación.
4. Eficiencia en la gestión empresarial.
5. Sostenibilidad financiera.
6. Gobierno y transparencia.
7. Sostenibilidad ambiental.
8. Gestión tarifaria.

Con base en la ponderación de los resultados de los indicadores y sus dimensiones, se establece el INDICADOR ÚNICO SECTORIAL (IUS), el cual corresponde a un valor entre 0 y 100. Los prestadores, a partir del resultado del benchmarking, son categorizados de la siguiente forma: